Tres “Santos” Locales

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Gauchito Gil[1]
La historia de su origen tiene leves variedades, pero en general, Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Nuñez, fue perseguido por actividad delincuente de cuatrero (o por la policía local después de haber tenido un romance con la hija de un comandante). Huyó al alistarse al ejército para pelear en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).
La leyenda cuenta que Ñandeyara, el dios guaraní, se le apareció en los sueños y le dijo: “no quieras derramar sangre de tus semejantes”. El Gauchito no lo dudó más y desertó del Ejército. Esa rebeldía, y conquistar a la mujer que pretendía un comisario, fueron algunos de los motivos de su sentencia de muerte. Le siguieron otras desobediencias intolerables para el poder de turno: se ganó el amor y la complicidad de la peonada correntina que lo empezó a conocer como a un justiciero, como a un héroe que protegía a los humildes, que robaba a los ricos para darle a los pobres, que vengaba a los humillados y que sanaba a los enfermos. El pueblo lo protegió, lo alimentó y lo cuidó hasta que lo capturaron. Al ser capturado, lo colgaron de cabeza y lo degollaron allí, a unos 8 kms de Mercedes, Corrientes, el 8 de enero de 1878.[2]
Según las historias, antes de que ser ejecutado, Gil le dijo a su verdugo que el hijo estaba enfermo y que debía rezar en nombre del Gauchito (quién se declaraba ser inocente de los cargos). El hombre volvió a su casa, encontró a su hijo enfermo, y oró a Dios en nombre de Gil y el hijo se curó. El hombre volvió a donde mató a Gil, le enterró, le pidió perdón, y otros quienes se enteraron del asunto le construyeron un santuario.
Aunque no es un santo católico, la iglesia católica lo reconoce como un “santo popular”, y ha buscado la forma de aceptar a esta figura de la fe popular. También se le refiere como uno de los “santos paganos”. Esto es porque no está ni en el proceso de canonización de la iglesia Católica aunque forma parte de las devociones paganas del pueblo argentino. Sus seguidores le son fieles porque según ellos, “el Gauchito ayuda”. Le piden o le prometen. Si uno no le cumple una promesa hecha, se dice que puede vengar con la muerte de un ser querido.
Es comúnmente asociado con San la Muerte porque se dice que el Gauchito Gil era devoto, y por eso le resultó difícil capturarlo, y por la que tuvieron que colgarlo de cabeza para matarlo, rompiendo así el supuesto poder sobre él. Tuvo una imagen de San la Muerte metida en su cuerpo.[3]
San la Muerte
Su origen se encuentra en la zona del litoral argentino, ya que donde se cuenta que un religioso jesuita en desacuerdo se desprendió de la colonia evangelizadora de la zona, en los tiempos de Carlos III, y comenzó una tarea de ayuda al prójimo muy profunda y cercana a los enfermos de lepra. Multiplicó esta tarea junto con la oración y la predicación del Evangelio, y se volvió muy popular. Aunque le advirtieron muchas veces que cesara con su tarea de ayuda independiente, no se doblegó. Finalmente fue apresado y, en protesta, ayunó de pie. Luego de un tiempo lo encontraron muerto en esa posición, con su túnica y un cayado que lo ayudaba a caminar.
Los portadores del amuleto de San La Muerte creen ser invulnerables a maleficios y desgracias y que el amuleto atrae el amor y la buena fortuna, la creencia popular se basa en pedirle rezando al Santo y a cambio hacerle una ofrenda. Ofrendas usuales son golosinas, whisky, cigarrillos, o flore, o símbolos de algún otro vicio.[4]
La creencia popular también invoca a San La Muerte para atraer amor, trabajo y buena fortuna. Sus fieles suelen llevar a las iglesias estatuillas escondidas en los puños para obtener la bendición de un sacerdote católico. Y las levantan cuando el cura da la bendición general a todos los presentes, en la creencia que de esa manera la esfinge quedará bendecida. Se entiende: cada vez que un devoto le pide a un clérigo que bendiga esa imagen, este se niega terminantemente.
La imagen de San La Muerte suele ser representada por un pequeño amuleto (o payé) de madera, hueso o yeso. Y la superstición de que encomendarse a este santo pagano protege en los enfrentamientos armados lleva a muchos delincuentes a tatuarse su imagen en el cuerpo. Y hay quienes se incrustan bajo la piel su figura tallada en un hueso humano o en una bala de plomo que haya producido una muerte.[5]
Es también conocido como el santo del delincuente porque se dice que protege la vida del criminal. Se dice que puede aun desviar balas, y dar buena ejecución a las delincuencias.
A ningún otro venerado se le puede pedir hacer daño a un ser humano, sin embargo, este “santo” es el único al cual sus fieles pueden pedir mal hacia otro. Si el devoto pide o promete, y no llega a cumplir con su parte, supuestamente puede llegar a perder su vida en cambio.
Difunta Correa
Se conservan diversas versiones de la leyenda, conforme a la cual Deolinda Correa, o Dalinda Antonia Correa, según el nombre con el cual aparece mencionada en el relato más antiguo, fue una mujer cuyo marido, Clemente Bustos, fue reclutado forzosamente hacia 1840, durante las guerras civiles. Esto hizo que Deolinda, angustiada por su marido y a la vez huyendo de los acosos del comisario del pueblo, decidiera ir tras él. Deseosa de reunirse con su marido en La Rioja tomó a su hijo lactante y siguió las huellas de la tropa por los desiertos de la provincia de San Juan, llevando consigo sólo algunas provisiones de pan, y algo de agua. Cuando se le terminó el agua Deolinda estrechó a su pequeño hijo junto a su pecho, y se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo. Allí murió a causa de la sed, el hambre y el agotamiento. Cuando unos arrieros pasaron por el lugar al día siguiente y encontraron el cadáver de Deolinda, su hijito seguía vivo amamantándose. Los arrieros la enterraron en el paraje conocido hoy como Vallecito y se llevaron consigo al niño. Al conocerse la historia, muchos paisanos de la zona comenzaron a peregrinar a su tumba, construyéndose con el tiempo un oratorio que paulatinamente se convirtió en un santuario.
La primera capilla de adobe en el lugar fue construida por un tal Zeballos, arriero que en viaje a Chile sufrió la dispersión de su ganado. Tras encomendarse a Correa, pudo reunir de nuevo a todos los animales. Hoy en día mucha gente deja en el santuario de la difunta en Vallecito, San Juan, botellas con agua, para que "nunca le falte agua a la Difunta".[6]
“Tanto la Provincia de San Juan como la Iglesia se han portado bien con la Difunta Correa y su pueblo Creyente. Los científicos hablan de leyenda, creencia y culto, pero para un sacerdote que vivió en Vallecito esas palabras no estaban bien para Deolinda Antonia Correa. Fue de carne y hueso, un personaje de la historia”.[7]
Principios bíblicos para considerar:
Dios condena la idolatría, y el adorar imágenes, Ex. 20:4-5ª, Is. 44:9-10, 18-20; 1 Jn. 5:21.
Éxodo 20:4 RVR60
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Isaías 44:9–10 RVR60
Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
Isaías 44:18–20 RVR60
No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?
1 Juan 5:21 RVR60
Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.
La adoración de ídolos es demoníaca, 1 Cor. 10:20-21.
1 Corintios 10:20–21 RVR60
Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
El único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, 1 Tim. 2:5.
1 Timoteo 2:5 RVR60
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
Las sanidades y milagros apuntan al Dios Todopoderoso, no al hombre finito, Hch. 14:8-17.
Hechos de los Apóstoles 14:8–17 RVR60
Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado.Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros.Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando vocesy diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos;si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
El evangelio de Jesús impacta ambos la vida presente y la venidera. La devoción a los santos únicamente busca bendición y prosperidad en esta vida, Jn. 4:13-14; 5:24, 39; 6:27, 35; 10:10; Luc. 9:23-25; 12:15-21.
Juan 4:13–14 RVR60
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 5:24 RVR60
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 5:39 RVR60
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Juan 6:27 RVR60
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
Juan 6:35 RVR60
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 10:10 RVR60
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Lucas 9:23–25 RVR60
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?
Lucas 12:15–21 RVR60
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Gauchito_Gil [2] https://www.cultura.gob.ar/santos-populares-gauchito-gil-8664/ [3] https://www.lanacion.com.ar/cultura/el-gauchito-gil-san-la-muerte-y-una-leyenda-que-aun-suma-devotos-nid959741/ [4] https://es.wikipedia.org/wiki/San_La_Muerte [5] https://www.clarin.com/sociedad/quien-es-san-la-muerte-y-como-es-su-culto_0_bq-uDnF1.html [6] https://tn.com.ar/general/2022/08/21/la-difunta-correa-el-mito-popular-argentino-que-ilustra-el-amor-infinito-de-las-madres/ [7] https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/la-difunta-correa-una-mujer-de-carne-y-hueso-nid05062021/
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